Es difícil ponerse a hablar «en pleno siglo XXI» de cuestiones de género, especialmente cuando se pretende hacer con intención constructiva pero crítica al mismo tiempo. Son infinitos los retos que se afrontan al hablar de género (o mejor, de igualdad de género, o mejor, de rechazo a la discriminación por género…ejem…) con intención neutra sin caer involuntariamente en prejuicios, estereotipos, rencores subconscientes y herencias culturales tan asumidas que se hacen invisibles. Parto de la base de que caeré en esos vicios y más y solicito magnanimidad para con ellos así como la aplico con l@s autor@s de las referencias que voy a traer a colación, para celebrar o criticar, pero, entendiendo que todos remamos en la misma dirección, como decía un amigo que seguro no se alegra de que ser citado: «lo que hay que hacer es deshacer el género» (en ello estamos Fran, lo mejor que sabemos). También anticipo disculpas por el excesivo abuso de paréntesis y comas interjectivas pero tanto el léxico como el contenido en este caso parecen requerirlo.
Decían esta mañana en la radio que este año el día de la Mujer (o día de la mujer trabajadora…etc) parecía que traía menor intensidad en las reivindicaciones (no me lo ha parecido ni en las redes sociales ni en las acciones… pero es cierto que no tengo una referencia cercana con la que comparar). Decía que decían que menor intensidad ,pero, como dato positivo, la mayor participación de los hombres (varones).
Mi ocho de marzo.
A mi este año el relato del 8 de marzo me ha llegado prologado.
1 de Marzo
La primera en llamar a la puerta fue la amiga Gata Cattana, y su tema Lisístrata (el que ameniza este post, dale al play), en el «Hoy empieza todo» de Radio3, con un texto que simultáneamente generaba en mi identificación y rechazo, que generaba aplauso e incendiaba mi ira, según versos. Un tema que me tocaba las contradicciones y me parece que toca las de la autora, una canción de las que gustan porque te obligan a escucharlas más de una vez. De paso tuve que tirar de Wikipedia para releer un poquito de olvidada historia prerromana y eso se agradece.
tronco deja de poner impedimentos / déjame ser otra cosa que no sea un cuerpo / deja de follarme con los ojos, ya de paso / de aquellos barros estos lodos…que las cosas no han cambiao, demasiao, a día de hoy / que monten sus ministros festivales feministas contra la segregación / alimentando el tópico con discriminación, positiva, que es mentira, no es ninguna solución / con camisa y tacones altos, con la moral por encima de sus cuentos, como la de otras tantas putas que mueren callando / arráncame la voz y el clítoris pa ser mas pura / la mujer es el diablo eso es seguro ten cuidao
Desgraciadamente en menos de 48h tuve que escuchar y re-escuchar ésta y otras 3 puntas que componen sus Anclas (es el nombre del álbum) en busca de nuevas preguntas que parece quedarían sin respuesta ya que GC no estaría allí para juntar nuevos versos que pudiesen actualizar o matizar sus pensamientos ya editados…
3 de Marzo
Pisando unos talones levemente magullados, digamos al menos irritados, me llegan vía Facebook dos contenidos teóricamente «feministas» que, como les dije textualmente, me tocaron un poco el coño.
- El primero no lo voy a reproducir, porque no creo que merezca reproducción y porque no se donde quedó aquel enlace. Era una lista de sandeces que alguien había dicho a la autora y a las que ella contestaba oportunamente (los entrecomillados son aproximados, no he podido acudir a la fuente original): «no te pongas falda que puede ser una provocación» «y luego violaron a una chica en pantalones» y así un largo etcétera que remataba con algo parecido a: «que les eduquen a ellos». En honor a la verdad hay que decir que en un rinconcito de su texto decía «sé que no todos sois así»… (gracias?)
Bueno, es complicado explicar que uno, por mucho que defienda su porción inquebrantable de identidad femenina, no puede evitar sentirse aludido por el plural masculino no mayestático «ellos», referido a los hombres (distíngase de Hombres, me refiero a varones), y que la redacción de este texto equiparaba a todos los que fuésemos subsidiarios de ese número y género a conductas ofensivas, agresivas y/o delictivas; en el mejor de los casos a ser sujetos de una necesaria re-educación… Claro, el contenido era tan grosero, que más allá de darse uno por aludido por la necesaria coherencia de género y número entre sujeto y predicado si cualquiera se mira a sí mismo no se ve reflejado ni en los enunciados (muchos de ellos pronunciados por mujeres a las que aparentemente no era necesario re-educar) ni en las respuestas (consecuencias/hechos que rayan la psicopatología). Atentos a l@s que dicen: si se dan por aludidos háganselo mirar… a veces uno se da por aludido porque le aluden, y si no, lo dice aquí Cervantes, aprendan a escribir.
No me siento poco tentado de redactar un texto a la inversa, en pos de una mejor comprensión de lo agresivo y segregacionista (por sexo aunque sea el masculino) que este documento resultaba, pero lo voy a evitar sabiendo que podría ser fácilmente malinterpretado y pronto alguien saldría a subrayar la gravedad y sesgo por género que existe en conductas como la violación o la violencia física, esa era en realidad la base de toda la argumentación, pero casi prefiero limitarme a resaltar que un supuesto texto «feminista» (ya hemos comentado antes el significado moderno de la palabra) se travestía en realidad con un mensaje claramente discriminatorio en función de si uno tenía pene o vulva, que no te engañen (ver HazteOir, creo que podrían hacer campaña juntos).
2. Este, con mucho más sentido del humor, no dejó de tocarme un poquito el coño, eso sí, ya con cierto humor, que aportaba la autora y las ilustraciones (ya la cosa cambia), y porque no había alusiones a conductas criminales asociadas al género (gracias!?? :)). Pero claro, me cogía ya un poco escamado, muy tentado de escribir 27 actitudes micro»feministas» (en sentido opuesto al citado hasta ahora), idea que desheché por los mismo motivos antes nombrados.
La cosa iba sobre 27 actitudes micromachistas que pueden darse en la pareja, by BuzzFeed. Claro, la cosa empezaba bien, interesante (por eso abrí el artículo, vaya a pensar alguien que paso el día en internet buscando cosas que criticar), esperaba poder identificar actitudes micromachistas que me hubiesen pasado por alto en mi propio peregrinar. Sí, en contra de lo que parece ser creencia popular algunos hombres, pocos ;), ponen algo de interés en mejorar como hombres y como Hombres.
Decía que la cosa empezaba bien, hasta el título, luego empiezas a leer. Las actitudes citadas son de todo punto machistas (eso de «micro» creo que lo pusieron más por seguir tendencia) unas (el hombre que dice que TE ayuda en las tareas del hogar), argumentos juguetones utilizados en cuestiones de convivencia por hombres (y también por mujeres!) otras (se me da fatal fregar, tu lo haces mejor…etc), otras directamente controvertidas en cualquier pareja (el tipo de soporte emocional que cada uno da, la carrera de quién debe tener prioridad a la hora de tomar decisiones conjuntas…) y alguna absurda (que el hombre se sienta con libertad para opinar sobre como llevas depilado el vello púbico…).
Tengo que reconocer que mi primera reflexión al leer el artículo fue pensar: «con que tipo de seres sale esta tía??» (además de los antes citados: que cuando el hombre está excitado te la meta directamente / que acabe antes que tú y no se moleste en que tú termines…). Puede ser, deber ser, que el público, target, de esta publicación queda muy alejado de lo que yo conozco. Soy consciente de que mi entorno más cercano e inmediato desde luego no es una representación del equilibrio de género en el mundo y no lo es tampoco del equilibrio en muchos entornos muy cercanos, pero bueno, vamos, tampoco es tan excepcional, creo que si hubiesen cambiado el título a «27 formas de machismo, señales para salir corriendo», con algunos matices, hubiese estado mejor.
Y vamos a los matices. Un matiz es que algunas de estas 27 (que rechace pasar tiempo con tus amigas, que organices tú los planes de ocio…) bueno, tratan de equilibrios de pareja, tal vez de desequilibrios, pero afectan por igual a hombres y mujeres, sin embargo el titular del epígrafe siempre es «que el hombre…», entonces, si lo hace «la mujer» ¿no es síntoma de que algo raro pasa?. Bueno, esto es simplemente inexacto, no es para tanto, pero vuelve a irritar un poco el sentirse aludido como actor en actitudes de las que a lo mejor has sido víctima!!.
No puedo resistirme a citar el encantador «que el hombre asuma que eres su psicóloga para sus crisis emocionales pero que no preste atención a las tuyas o les quite hierro…» Aquí simplemente me declaro perdido. Es muy confuso, para el hombre de hoy, este tipo de contradicciones en las que se exige sensibilidad pero el temido «se ha pensado que soy su madre» está a la vuelta de la esquina. Sí, espero de mi pareja soporte emocional, igual que espero brindarle el mío, si lo desea, o ¿es que debemos asumir que una mujer por serlo debe ser tan comunicativa como nosotros?. Yo, que me lío bastante con lo de los penes y las vulvas, conozco hombres y mujeres de los dos tipos, ¿no es como muy sexista asumir un tipo de necesidades emocionales u otras en función del órgano reproductor que corone la entrepierna del artista?.
5 de Marzo.
Sigo escuchando a Gata Catanna de forma un poco enfermiza, sin conseguir leer entre sus versos, en parte por mi discapacidad auditiva, en parte por la manía que tengo de centrarme en los ritmos pero con la sensación de que hay bastantes cosas ahí que necesito llegar a comprender. En el entretanto me dirijo a Villavieja 6, es domingo por la tarde y no se me ocurre mejor forma de distraer la ansiedad que me remueve antes de empezar la semana que con un poco de música en directo, no se muy bien quien toca, pero parecen enrollados, han hecho un par de actualizaciones en FB informando de su desayuno dominical y buena predisposición para hacernos pasar una buona serata (Whitching Waves y Mott).
Llego pronto, para variar, así que directo al WC, que luego llegan las urgencias inconvenientes, no me gusta que me interrumpan los conciertos. Alucino, siendo como soy aficionado a recopilar señales de WC esta vez quedo desconcertado: «8 de marzo» en una puerta; en la otra: «el resto de días del año». Todavía no se si se trata de una señalización temporal pero estaba pintado a fuego. El caso es que elijo una puerta al azar y, por primera vez, me fijo en esa fecha que había oído ya mencionar un par de veces esta semana. Si amig@s, es sólo en mitad de este relato que descubro la ya próxima llegada del «día de la mujer».
Empieza el concierto y descubro una cara familiar entre el público. Es una chica de Tinder, atractiva, interesante, pero dejamos de hablar. Básicamente yo dejé de hablar y ella nunca volvió a escribir, un clásico contemporáneo. Sin embargo tiene una amiga, tb conocida mía vía Tinder, que insiste en decirme, en riguroso directo vía wasapp (me contacta porque parece que la parte contraria también me ha reconocido), que yo le parecía muy simpático y que la salude. Me enfurruño un poco y me niego, creo que voy a quedar como un capullo antisocial pero como os contaba es un domingo por la tarde, un poco gris en lo espiritual y estoy allí a modo de bálsamo, un momento íntimo entre la multitud que diría aquel. Me apetece conocerle pero no es el lugar ni el momento. Además como se va trasluciendo ando en estos días en período de reflexión con respeto al sexo opuesto y no entiendo muy bien a algunas chicas modernas, independientes y revolucionarias, que parecen requerir ser cortejadas, cuanto menos levemente perseguidas, como muestra no se si de interés o de amable disponibilidad. En cualquier caso un desequilibrio de poderes al que a veces me someto por necesidades del guión (todo el mundo lo hace?) pero sólo para un par de estrofas, va directamente en contra de las bases de igualdad que considero deben reinar en una relación (de amistad o pareja) entre dos personas de sexo opuesto (o del mismo, ¿que más dará?).
6 de Marzo.
Voy acortando. Que tu estarás cansad@ de leer y yo voy estando cansado de escribir.
Aquí entre tantas emociones y reflexiones encontradas me vuelvo loco y me da por dar mi opinión sincera en las redes: que lo del carnaval de Gran Canaria no es una ofensa intencionada, que se disfrazan de curas y monjas, y no los más castos, desde hace siglos y que es una fiesta pagana; que lo del autobús que se lo hagan mirar, que muy bien los memes y muy exagerados los políticos, que lo dice hasta un condenado por ejercer su libertad de expresión desde las antípodas ideológicas (ver DefConDos); que lo de los euskaldunes ofensivos es una burda manipulación, que en cualquier caso es verdad que sería de catetos dejar de ver una película por eso y que ya está bien de ponerse banderas de españolidad los que no tienen nada de respeto a la España real… y otras lindezas.
Bueno, andaba yo en esto enloquecido cuando me llegan dos perlas, aplicadas a otros ámbitos, pero que a mi me sirven para apaciguar la indignación de género que todavía llevaba un poco en el cuerpo: dos niños (uno negro y uno blanco) se cortan el pelo igual para intentar confundir a su profesor. La noticia es mágica por sí sola pero yo la imagino extrapolada a dos niños, de distinto sexo, que probasen a hacer lo mismo; en ese caso, «para mas Inri» probablemente podrían de verdad conseguir su propósito, es pa darle una vuelta… La segunda perlita, otra vez extrapolando, y por favor que no me salgan aquí ni los puristas ni los «sacadores de contexto» profesionales, viene de la mano de un cole madrileño, que hace unos comics dicen para «combatir la radicalización de los jóvenes musulmanes desde las aulas» pero a mi me parece que van más allá combatiendo también prejuicios de otro tipo. En este caso, e insisto, vaya por delante la prudencia al comparar con temas tan espinosos, hay una viñeta que me cura involuntariamente de esa agitación interior que todavía me removía desde que me vi equiparado con violadores y violentos, dice: – si fuera por él las mujeres nunca saldríamos de casa – pero eso no es el Islam – es machismo. Pues lo mismo, no es el hombre, es el machismo y, en determinados casos no es el machismo, es la psicopatía, la falta de empatía, la crueldad…etc, características que, por desgracia, no son patrimonio de ningún género.
7 de Marzo
Salgo de trabajar, agotado. Me cruzo a una chica que me parece muy guapa miro tímidamente al suelo, no quiero «follarle con los ojos» como dice la Gata. Sigo caminando y escucho desde una furgoneta: -Guapa! La chica se gira mira, sonríe y dice: – Gracias! No creo q la cosa acabe en boda pero pienso en lo difícil q es abandonar la soltería con una conducta callejera tan políticamente correcta (me parece fuera de lugar/una falta de respeto interrumpir la vida de nadie para explicar cuan atractiv@ me parece a primera vista), por el déficit de interacción más q nada. God saves Tinder.
De nuevo de noche. De nuevo la radio. Ha habido suerte, no soy de los que odia el fútbol pero en estas fechas hay demasiados campeonatos simultáneos y no es raro el día en que los programadores deciden cancelar o recortar la emisión de mi programa de cabecera para sustituirlo por retransmisiones balompedicas bajo un criterio cuando menos cuestionable…(emoticono enfadado)…
Plan para la igualdad (no recuerdo el nombre) del gobierno valenciano, desgranan: ….f. las personas con hijos menores de 14 años tendrán preferencia para elegir libranzas y vacaciones… k. a igualdad de puntos en concurso público se asignará la plaza a la mujer…
Yo que estaba ya celebrando el día de la mujer, con los estrógeno por todo lo alto y me entra un subidón de testosterona…
f. los hombres y mujeres solteros o sin obligaciones familiares (si es que sólo los hijos se consideran obligaciones familiares) no tenemos que ser discriminados por ello. Esto parecía muy claro durante un tiempo después de la ancestral crucifixión de las llamadas «solteronas». Parece ser que ahora que formamos un grupo más heterogéneo la cosa no está tan clara y lo más gracioso es que esto se enmarca en el paquete de medidas para favorecer a la mujer… a un tipo de mujer claro, yo creo que la cosa tiene un tufillo feo, más viniendo de un gobierno de izquierdas. A mi como me pase esto llamo al juez de guardia, aviso.
k. no merece comentario. Opino de la discriminación positiva lo que opino, que puede ser discutible. Pero es que creo que se han liado, que no se han dado cuenta de queuna cosa es poner cuotas en puestos públicos, para dar ejemplo, para contribuir a la equiparación…etc y otra muy distinta es discriminar en un concurso público en función de sexo. Aquí no es que yo llame al juez, es que no creo que esto pueda ser aplicado de ningún modo, no se tiene.
8 de Marzo
Por fin!
Hace un día estupendo. Ha salido el sol, no es metafórico, hace un calor que parte las piedras. Nos saludamos en el trabajo por la mañana (un entorno cuantitativa y cualitativamente dominado por mujeres) con un poco de sorna: – feliz día de la mujer -¿tu haces huelga? – Jejeje
No pasa ni una hora y nos cruzamos a uno de los supervisores: -¿tu vas a hacer huelga? (se refiere a mi compañera) -yo le respondo: yo si (siguen discutiendo) -de tal hora a tal hora a convocado no se quién, no se cuantos de tal a tal hora -si, si, apúntame a las dos que hoy tengo un día fatal. Nos reímos todos. No quiere decir que nos lo tomemos a guasa pero la verdad es que el seguimiento de las huelgas en mi sector es escaso, en gran parte por vocación de servicio público, por otra parte porque son escasas las ocasiones en que se conjunten nuestros intereses y los de los habituales convocantes. Le digo: -a mi apuntame, te lo digo en serio, sabes que ayer decían que los hombres podíamos participar cubriendo los servicios mínimos para que ellas pudiesen hacer huelga? Se ríe, a carcajadas.
En ese momento pienso en la inmensidad de hombres (varones) que desde el inicio de la lucha feminista hasta hoy han participado activa y pasivamente en esta lucha. Pienso en los que habrán cedido poder que coincidimos residía hegemónicamente en los hombres sin que habitualmente les haya sido violentamente arrebatado de las manos. Pienso en lo injusto que soy cuando identifico valores de igualdad de género con una generación concreta cuando hay otra, de hombres y mujeres, hombres también, que en contra de lo que les había sido inculcado nos han educado a muchos, muchísimos, en la igualdad y en gran medida se han auto educado ellos. No por ideología o progresía (los conozco de todos los signos) sino por elemental justicia. Pienso en los hombres, maridos, compaleros, amigos, que a lo largo del siglo han apoyado, ayudado, compartido la lucha contra las desigualdades de género, basicamente los ataques contra la mujer. Pienso en tantos amigos que han optado, en la práctica, por poner por delante la carrera profesional de sus parejas, y luchan a diario contra el machismo reinante y las opiniones q sobre ellos vierte pero también contra su propia concepción de lo que es ser hombre (la educación es la que es) y contra el silencio de un feminismo que no es capaz de reconocer en el hombre moderno lo que a veces minusvalorar en la mujer contemporánea, el papel de auxilio/ayuda. Pienso que es contradictorio que las convocantes no hayan considerado que pudiese ser importante su presencia cuando tal vez hayan hecho mucho más por la igualdad de género que ellas, porque no tienen vulva. Pienso en como de incendiarias son estas reflexiones y me autocomento: el día de la mujer no es para reivindicar al hombre. Y me autorebato: aquí parece estar celebrándose o reivindicándose la lucha por la igualdad, ¿que tiene que ver esto con penes y vulvas?.
Tengo que volver a las redes para encontrar la respuesta. Con poco acierto alguien ha caído en la tentación de hacer la contra y ha dicho lo del día del hombre, y, de mano de Jabois, le han respondido, con toda la razón. Aunque estoy de acuerdo con el texto me parece que no rebate ninguno de mis argumentos, hablamos de cosas diferentes.
Parece que me hubiesen oído. Los más jóvenes en mi sector, al que siempre apelo como ejemplo en cosas de género por aquello de que hay franca mayoría femenina y se dan casos de abuso de poder también del género opuesto (sí, también existen), me recuerdan que estoy minusvalorando experiencias también reales y desgraciadamente no tan infrecuentes, que tienen como víctima a la mujer.
En medio de esta confusión llega la respuesta, el resumen de la mayor parte de mis pensamientos, de manos de una amiga, no podía ser de otro modo, La Madre Inquieta. Recomiendo su lectura, dice algo parecido a este rollo pero mejor escrito y más corto. Sólo le he puesto un pero: considera a un tipo de hombres, que por fin alguien reconoce, como «raras avis». La contradicción está en los mismos comentarios a su post, las amigas también tienen raras avices en casa y los amigos que la leemos también parecemos serlo. Lo comentamos, parece que puede haber un problema de visibilidad, coincido. Pero creo que esa dificultad es doble: por un lado quizá según que hombres no nos expresamos siempre con la claridad que deberíamos (os sorprenderíais de conocer las argumentaciones que se oyen por parte de tíos que en público hacen de machitos de corral porque sienten que es lo que les exige la sociedad, mujeres y hombres). Por otro lado, como en otros ámbitos de la vida social (véase el reciente repunte de según que posturas políticas) parece que un mensaje de igualdad, sin aspavientos, sin sexismo, basado en la lógica y la justicia, sin penes y vulvas, fracasa con facilidad en un entorno de estímulos fuertes e inmediatos. Imagínen el titular: mujeres y hombres somos diferentes pero somos iguales; contenido conocido (que no aprehendido ni comprendido), unos pocos de un lado y otros pocos del otro leerían para criticar o para celebrar según el recetario que les marque el partido, sin entender nada, como siempre.
Finalmente, también vía redes sociales (son malditas dicen algunos, beware!), me llega la respuesta que sin saberlo estaba esperando.
Finalmente en un medio al que suelo acceder y en un idioma que puedo entender, sí, ya al final del relato, descubro cuál es el motivo de la celebración del día de hoy, cuál es la historia, qué se conmemora.
Y me siento pequeñito. Y me doy cuenta de que muchas, tantas de las reflexiones previas palidecen. Que tal vez tengan sentido pero hoy, justo hoy, es un día para recordar otra cosa, para recordar hasta que punto puede llegar la injusticia, desde dónde partimos pero también cuán importante es que sigamos en este camino. Que hay veces que sobran las palabras, no te cuento los posts kilométricos…
Hoy recordamos el 8 de Marzo de 1904 y, mientras no lo olvidemos, lo demás, antes o después (trabajaremos porque sea antes), caerá por su propio peso. Un beso amig@s.
9 de Marzo.
«Publish»
España XXI 