España XXI

Proyecto de interacción cultural transfronterizo


Deja un comentario

Dialogo, a cualquier precio.

 

BSO (this is a multimedia document, you must use acoustic context for proper interpretation of the message): Exhibit Diaz – Ibeyi

En el preocupante retrato que hace Berto Romero ayer sobre la situación del conflicto, sí, conflicto, catalán se abre un final de silencio.

Silencio y reflexión sí, pero, sobre todo, silencio, al que nos vemos abocados la mayor parte de los ciudadanos en algún punto intermedio de la pormenorización de acontecimientos cuando nos acercamos al presente y al análisis de finales sino Piolines, marca blanca ya descuartizada, sí Dysneysos, ceniciéntolos o pocahonteros.

No es inocencia o frívola superficialidad postmoderna, es que son este tipo de finales a los que nos tiene acostumbrados la más reciente contemporaneidad de este, parece ser, desastre de país llamado España, en este, se ve, vergonzoso régimen post-transicional.

Una vergüenza, una humillación. Ahora aprenderemos a ser ciudadanos de una pieza, parecen querer celebrar algunos. (Saludos @alotroladodelmuro).

 

Decía, que cabe, es obligación casi, hacer un ejercicio de imaginación por los aparentemente intransitables cauces del diálogo como camino de resolución del conflicto.

Hay que precisar bien bien a que nos referimos con diálogo. Y es al más mínimo hilo de comunicación entre los representantes de las partes más radicalmente enfrentadas. De un lado el Gobierno español, en representación de una visión de la Constitución y de una interpretación de lo acontecido el 6 de septiembre de 2017 compartida por muchos. De otra el Govern, en representación de sí mismos y de sus aliados de las CUP y por ende de una interpretación de lo acontecido el 6 de septiembre de 2017 y a partir de aquel día totalmente diferente, también compartida por muchos. No entremos en este punto a cuantificar si de lo que se trata es de resolver un conflicto y no de calcular posibles resoluciones favorables a las interpretaciones de unos u otros.

Por ayudar y acotar la definición y saber dónde se pueden o no encontrar aliados:

No es diálogo la intentona moción censurista de @ahorapodemos que vió en el conflicto la oportunidad para resolver una batalla en principio perdida hace semanas. De hecho es lo contrario al diálogo, intentar utilizarlo como excusa, como camino, para otros fines, todos, a su lado espúreos. Sí es diálogo, sin embargo, la postura de @CatSiQueEsPot antes, durante y después de que el conflicto se materializase de forma evidente para el grueso de los ciudadanos: siempre dispuestos a mantener la palabra, siempre priorizando el debate de lo esencial sobre lo secundario, incluso las formas democráticas sobre una, consideran, legítima aspiración soberanista.

 

Pues creo que queda definido el diálogo, sus actores principales y algún exiguo colaborador posible o al menos de reconocidas credenciales en favor de este tipo de abordaje.

 

Difiero en un par de cosas del tratamiento del conflicto que Berto hace en su casa, discúlpame Berto por opinar. A mi, pesado justiciero, me preocuparía que sin importar cómo, ni cuándo, ni porqué, comiencen los conflictos, el trato dado a las partes y la pena a cumplimentar siempre sea la misma. Coincidimos en que llega un momento en que es necesario separar a las partes y que reflexionen pero desde mi punto de vista la reunión posterior y acuerdo deben tener en cuenta como mínimo: ¿quién pega primero? ¿por qué´?. En general quien pega primero pide disculpas, punto. El porqué merece estudio por si se ha tratado de injusticia flaglarante que merezca reprobación al no agresor inicial.

 

En el caso que nos ocupa pareciera que está claro quién es el primero en golpear, en saltar por los aires las leyes de que nos hemos dotado para la convivencia: el Govern. Bypassear al letrado de la cámara o ignorar la solicitud de diputados de consulta al Consell de Garantías son manifestaciones formales de este hecho. Que grupos en parte soberanistas de la cámara se alinéen en su contra o, más informalmente, el hecho de aprobar leyes de profundo calado con un número de votos inferior al que se exigiría habitualmente.

Pero esto puede, debe, estar abierto al debate. Los letrados que 1-Octubristas eligiesen no como abogados defensores sino como asesores estratégicos a la hora de sentarse a una mesa de diálogo probablemente mantengan una línea argumental ligera o netamente diferente a la citada, y así debe ser. Así debe ser para que los negociadores de esta parte de la mesa sepan dónde sentarse, a que atenerse, desde dónde pueden o no construir su argumentación dialéctica. Parece que hay una lista larga en el Colegio de Abogados de Barcelona dispuestos a tal tarea. Así sea.

Del otro lado, claro, habrá (ya hay) fiscal pero también habrá juez que pueda crear un espacio para el debate en paralelo y no excluyente pero que considere la existencia de un ya comenzado proceso judicial.

 

Lo se, lo se, esto no se parece al final dysneyizado prometido, pero es de lo más que se puede acercar sin despegar los pies demasiado de la realidad, y no deja de ser una reinterpretación “Bruja novata” de la realidad.

Lo que es más importante recordar, para reunir fuerzas para llegar a tan desagradable escenario, como sería el este diálogo a día de hoy, es que no hay otro camino posible.

Ya le hemos dado con la pieza de Lego a la hermana pequeña, la sociedad, toda, herida por las imágenes que vimos el domingo, independientemente de cuál fue la mano de la que salió la pieza. De hecho, la hermana, en muchos casos estaba herida desde mucho antes, aunque sólo se hiciese visible para algunos en forma de porras y sangre. Papa no va a venir a evitar que le demos otra vez, tenemos que ser nosotros quién lo evite o ya sabemos quién pagará el pato.