(Paja mental originalmente efectuada el 11 de febrero de 2016)
BSO: Danay Suarez – Yo aprendí
- Podemos no apoyará nada que incluya a Ciudadanos.
- Ciudadanos no apoyará nada que incluya una solución participativa en Cataluña (Podemos)
- El PSOE no cogerá de la mano con el PP y el PP ni en los peores sueños compartiría cama ni sofá con Podemos…
Se les fue la boca a muchos, a todos, antes de las elecciones. Mientras sus programas y mítines se parecían cada vez más los partidos se desgañitaban intentando señalar alguna diferencia con los contrincantes políticos luchando por un voto que podría marcar la diferencia, entre el pasado y el futuro, entre lo de siempre y algo más. Vamos a reconocerlo, los ciudadanos, como masa, somos así, nos hace falta que nos toquen un poquito la glándula adrenal para que nos molestemos en salir de casa y tirar pa’l cole a votar…
Parecía evidente que determinadas exhalaciones en el frenesí electoral eran arriesgadas, se veía venir la falta de mayorías aplastantes, la realidad ha sido mucho más complicada, las palabras habría que tragárselas todas.
Pero seamos razonables, la lucha acababa el veinti tal de diciembre y lo que venía después ya es otra cosa. El resultado el más exasperante, para cualquiera de las opciones, los poderes no solo divididos sino más bien mal-heridos. Pasada la noche de la común decepción para todas las opciones llega el momento no de gobernar (que será mucho más duro), sino de formar gobierno.
Y uno se da cuenta de que en realidad lo que aparece en el panorama no es bueno, sino mejor, lo que, teóricamente queríamos todos. Un hemiciclo multicolor en el que ninguna opción es buena para imponer las ideas de unos (ni de grupos de unos sobre otros). Una distribución interesante para que ponerse de acuerdo sea de verdad ponerse de acuerdo, para que haya una variada representación de esta variopinta sociedad a la hora de formar unos 2/3 realmente representativo (valga la redundancia) de estos tiempos de anhelos, de una reforma constitucional que nos enmarque durante un buen puñado de años.
Pero no vayamos tan lejos, que no nos ponemos de acuerdo ni para elegir un jefe de gobierno. Yo quiero pensar que aquí hay mucho teatro, porque no alcanza la razón a comprender que nadie quiera pelearse por ser jefe de un gobierno que va a tener que bregar cada párrafo legal como si fuese el undécimo mandamiento, es, literalmente increíble. Pero bueno, vamos a pensar que realmente se pelean por formar gobierno, y evidentemente por seguir gobernando después de la sesión de investidura:
- Con el PP van a pactar TODOS, hay al menos dos motivos, uno que son el grupo mayoritario, llamémoslo espíritu democrático. Dos, que tienen mayoría absoluta en el senado, es decir, sea el que sea el gobierno, con participación pública o privada del PP, o el PP concede o aquí nadie legisla, y punto.
- Podemos ha sido, otra vez, un fenómeno electoral, representa a una gran cantidad de ciudadanos, muchos de los cuales han contribuído activamente a la renovación del sistema a la que asistimos y de la que pocos renegamos. Entre los que no reniengan están los “Ciudadanos”. Sería muy raro que estos dos partidos no se pudiesen poner de acuerdo en un millar de medidas e ideas que comparten después de que en un café televisado Albert y Pablo, Pablo y Albert dejaran entrever cúan lejanos podían estar en ideas pero cuán cercanos en espíritu y voluntades.
- Con ERC y Democracia y Libertad no se puede contar. Porque ya vemos que andan metiendo prisas en Cataluña, empujando hacia el conflicto, de momento legal, no ya para salvar el “momento histórico” del resultado conseguido por “Junts pel si” como decían, sino aterrorizados ante la perspectiva de que el gobierno central de voz a la ciudadanía catalana, eso sí, en una fecha y unas condiciones no decididas ni promocionada ni organizada por ellos. Terrorífico, se les cae rápido la careta, y esto debían ser capaces de verlo los que se asustan ante una innegociable necesidad de organizar algo para hablar del territorio con los ciudadanos catalanes. Que no digo que no sea un riesgo, digo que es más probable que se resuelva a favor de los que creemos en la colaboración de todos y se cierre de una vez este capítulo reivindicativo desproveindo de argumentos a los que no hacen otra cosa más que luchar por el poder indiscutido en su caserío.
Dicho de otra manera, hay un, y sólo un, camino: para gobernar los próximos cuatro años aquí hay que ponerse de acuerdo al menos: PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos, a ser posible Unidad Popular. Por tanto, mientras salgan en las noticias a decirnos lo contrario mal vamos. Nos mienten, nos siguen mintiendo y eso solo se explica de dos maneras: o están haciendo un teatrillo porque piensan que somos todos imbéciles o radicales y no podemos entender la necesidad de llegar a acuerdos aunque nos la expliquen; o simplemente siguen haciendo campaña porque tienen más que claro que vamos a anticipadas pronto… Ni idea.
El acuerdo global, total, es la única realidad posible, la única viable, no hay otra. Es que además es maravillosa, porque se sientan en una mesa y las medidas que proponga Podemos que sean razonables (véase les parezcan bien a todos) el PP sale poniéndolas a caldo y diciendo que es culpa del Chavismo. Y las medidas económicas que proponga el PP y consiga convencer a todos que no hay otra que ir por ese camino pues a la inversa, sale Pablo rasgándose las vestiduras por este gobierno maldito con influencia neoliberal.
Yo si fuese ellos tiraba de banda ancha y le daba a la hemeroteca de TV3 para enterarse de cómo se han manejado en el parlamento catalán, que en política y en retórica se sobran en maestría, para llegar a acuerdos inverosímiles y conseguir sacar adelante un gobierno y un proyecto virtual de destino compartido, eá. Si utilizamos estas herramientas para el bien común aquí puede pasar algo tan raro o inaudito como que consigamos hacer lo mejor para todos, por un rato.
Por cierto, que si alguien tiene dudas la solución a “Cataluña hoy” está más que definida. Entre el silencio (PP), no a todo (Ciudadanos), no se sabe-autodeterminación (Podemos), independencia (junts pel si / CUP) hay sólo un punto intermedio: la solución que ya proponía el PSC en campaña, que encaja perfectamente en la realidad democrática española: reforma constitucional, que hay que hacer (parece ser) por otro motivos mucho más importantes, pero en la que se puede incluir la reforma estatutaria catalana o equivalente, parlamentada y negociada, para luego somerterla a votación en Cataluña. Es decir, para los puristas de las soberanías: no hay autodeterminación, el pueblo español soberano, encarnado en sus representantes, y la reforma constitucional aprobada por estos, concede a la ciudadanía (catalana en este caso, podrían ser otras en otros momentos suponemos) la capacidad de aceptar o rechazar los términos de su vinculación con el resto del estado (que no es lo mismo que ser un estado independiente vinculado).